JARDÍN
AMÉRICA. En el barrio La Tosquera, de la localidad de Jardín América, la
desesperación se adueña todos los días de María del Cármen Quintana, madre de
cinco chicos, uno de ellos bajo el Programa Hambre Cero, y todos sobreviviendo
en condiciones paupérrimas de pobreza extrema, según dieron a conocer los diputados del Partido Agrario y Social Martín Sereno y Cacho Barbaro.
El techo de la vivienda tiene un montón de remiendos por donde entra mucha agua
cada vez que llueve, y paradójicamente no dispone de agua potable para el uso
diario. La joven está enganchada con una manguerita, y conectada irregularmente
para poder contar con energía eléctrica. Por lo tanto no tiene una heladera
para conservar la leche, los pocos alimentos que consigue ni los remedios.
Ante esa problemática, recurrió al Bloque del PAyS, y el diputado Martín Sereno, junto a su equipo, fue hasta el barrio para interiorizarse sobre su situación. "Es terrible como viven las familias en este Municipio. Duele ver tanta indiferencia. Sabemos que el Programa Hambre Cero indica determinadas cuestiones que deben ser garantizadas por el Estado y no lo está haciendo. Además, esta mujer tiene problemas de salud y desde hace un tiempo tramita una pensión; pero como no puede entregar todos los papeles, ni siquiera puede contar con alguna obra social ni explicar cuál es el diagnóstico médico de la enfermedad que padece. Vemos que la desatención del municipio es total, tanto en salud como en acción social. Hay una desidia de todas las instituciones para con esta madre a cargo de cinco chicos. Otra familia más en situación de pobreza que no tiene recursos y por la que el Estado debería bregar para que se cumplan sus derechos", enfatizó el legislador, que ya hizo gestiones ante el Ministerio de Desarrollo Social para que se ocupen de este caso urgente. Mientras, consiguió cuchetas, chapas y colchones para la vivienda precaria.
Ante esa problemática, recurrió al Bloque del PAyS, y el diputado Martín Sereno, junto a su equipo, fue hasta el barrio para interiorizarse sobre su situación. "Es terrible como viven las familias en este Municipio. Duele ver tanta indiferencia. Sabemos que el Programa Hambre Cero indica determinadas cuestiones que deben ser garantizadas por el Estado y no lo está haciendo. Además, esta mujer tiene problemas de salud y desde hace un tiempo tramita una pensión; pero como no puede entregar todos los papeles, ni siquiera puede contar con alguna obra social ni explicar cuál es el diagnóstico médico de la enfermedad que padece. Vemos que la desatención del municipio es total, tanto en salud como en acción social. Hay una desidia de todas las instituciones para con esta madre a cargo de cinco chicos. Otra familia más en situación de pobreza que no tiene recursos y por la que el Estado debería bregar para que se cumplan sus derechos", enfatizó el legislador, que ya hizo gestiones ante el Ministerio de Desarrollo Social para que se ocupen de este caso urgente. Mientras, consiguió cuchetas, chapas y colchones para la vivienda precaria.
"Hace cinco años que mi hijo está en el Hambre Cero"
Con gran tristeza en su voz, María Quintana habla de sus cinco hijos. El de 9 años está inscripto en el Programa Provincial que depende del Ministerio de Desarrollo Social, desde hace cinco años. "Lo único que me dan son dos kilos de leche, y hay meses en los que dicen que no hay más y me dan un kilo nada más. Por eso lleva cinco años de desnutrición y no mejora. No vienen a hacerles los controles, no me traen los remedios para mi dolencia, ni tampoco los entregan en el Hospital de Jardín", reclama.
Su casa precaria es de machimbre, piso de tierra, la mitad del techo es de zinc, la otra mitad de cartón viejo, y cuando llueve moja todo lo que hay adentro. "Cuando llueve tengo que amanecer sentada, y con los chiquitos acurrucados en una esquina por miedo a que caigan las chapas o un árbol. Hasta a la policía fui a pedir ayuda; pero me dijeron que tenían que hablar con el intendente (Oscar Kornoski), porque es el que decide. Eso fue cuando se inundó todo y mi casa quedó tapada por el agua, y fui a mendigar a la Municipalidad. También me anoté en el Plan Techo hace un año, me dijeron que si votaba al actual intendente, me iban a dar chapas. Y lo voté y fui otra vez a reclamar; me tuvieron dando vueltas y hasta el día de hoy estoy esperando. Me engañaron", lamenta.
Secuelas de la violencia de género
Para ella como para muchos habitantes de Jardín, el intendente Oscar Kornoski (FR) está "pintado", en la Municipalidad, "nunca hay nada para los pobres. Ellos saben que necesito, me conocen. Acción Social me ayuda con la leche del Plan Hambre Cero y una bolsa de mercaderías que a veces hay, y otras veces no, y eso es todo. Si me pongo a pensar en mis desgracias, me la pasaría llorando; pero miro a mis hijos y sigo adelante. Es difícil, porque son cinco chicos. Mi único ingreso es la Asignación Universal de tres de mis hijos, no de todos porque hay problemas con los padres que tienen la tutela y no están a mi cargo, entonces no puedo cobrar desde que nacieron; pero viven conmigo".
Muchas veces María no tiene nada para dar de comer a sus hijos, y recurre a algún pariente o vecino para que le den un plato de comida. "Recorro las viviendas, y me dan ropa, calzados. Para cuando empiecen las clases tengo que salir a buscar, porque hay madres que juntan los útiles para que mis chicos puedan estudiar. La ayuda viene de la gente, de los vecinos", dice agradecida.
Esta joven
madre refiere una lesión en el cráneo, "es un golpe viejo de cuando vivía
con el papá de los chicos. El me golpeaba y quedé con esta secuela que me
produce sinusitis y dolores de cabeza". Hace una pausa, y casi como un
ruego expresa: "Lo que necesito es una casita mejor para mis hijos, y
atención médica para mi nene que tiene bajo peso, y los remedios para mi salud,
porque si no tomo temprano a la mañana, me cuesta mucho levantarme y el día se
me hace insoportable", lamenta María Quintana.
Prensa Pays
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