PUERTO RICO. La Comisión Cooperadora
de la Escuela 177 de esta localidad convocó esta semana a todos los
padres de los alumnos a una reunión a los fines de planificar las
medidas a tomar por la falta de respuesta del gobierno provincial a
las necesidades edilicias urgentes que padece el edificio escolar. La
convocatoria fue para padres y para toda la comunidad interesada en
saber la verdadera situación en la que deben asistir a clases todos
los días tanto alumnos como docentes.
La reunión se realizó el día
miércoles en la misma escuela, en ella, los padres debatieron sobre
la situación en la que se encuentra la institución y se pusieron de
acuerdo en esperar si reciben una respuesta a su reclamo en los
próximos días antes de tomar alguna medida de fuerza, que podría
incluir la “toma” de la institución si no reciben una respuesta
concreta, según contaron a PRIMERA EDICIÓN.
Las expectativas de los padres y
docentes tienen que ver con una presentación realizada esta semana
en la Cámara de Representantes por el diputado Javier Mela (UCR), en
la que solicita al Poder Ejecutivo un Informe sobre la situación de
las obras inconclusas y sobre las necesidades urgentes. El proyecto
tuvo un pedido de Tratamiento Preferencial, por lo que se espera que
sea tratado la próxima semana en la Comisión de Obras Públicas,
presidida por el diputado del Frente Renovador, Orlando Franco.
A principio del ciclo lectivo, en este
diario publicamos las postergaciones a las que estaba siendo sometida
desde hace muchos años la Escuela 177, una de las más tradicionales
de la comunidad y una de las más olvidadas.
Desde hace varios años que en esta
escuela las aulas son insuficientes y este año le tocó a los
alumnos de sexto grado tener por aula un depósito, que es el único
espacio disponible y que adaptaron para darle este fin antes de que
los alumnos tengan clases en el pasillo, como ya ocurrió en una
ocasión.
Los bancos y las sillas no alcanzan,
las paredes se resquebrajan, las ventanas no se pueden abrir porque
se caen, los techos filtra agua, el patio abierto se inunda cuando
llueve y queda inutilizable, los baños no funcionan y cuando llueve
se inundan, además, los docentes no tienen ningún espacio más que
la dirección, ni baño pues termina siendo utilizado por los
alumnos. Además, este año también empezaron a tener problemas con
la instalación de agua y luz.
Luego de que PRIMERA EDICIÓN publicara
esta realidad al inicio de las clases, desde el gobierno provincial
salieron a negar las afirmaciones que hacíamos desde este diario,
asegurando que las obras ya estaban en marcha, que consistían en
reparar una sector de vereda y un muro perimetral que corría riesgo
de derrumbe; como también el arreglo de los baños.
Sin embargo, llegamos a mitad de año y
estas sencillas obras aún no se han finalizado y las necesidades de
la comunidad educativa siguen siendo exactamente las mismas, mientras
avanza un nuevo año sin que los más de 400 alumnos reciban una
respuesta concreta por parte de las autoridades.
Nota y fotos Sergio López para PRIMERA EDICIÓN
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