PUERTO RICO. El barrio San Francisco de esta localidad ha sido históricamente desde su creación objeto de polémica, principalmente porque se encuentra muy distante de la zona urbana lo que siempre representó una dificultad para las 254 familias. Pero no sólo contra la distancia y lo que eso representa han tenido que batallar, sino también contra las interminables postergaciones por parte de las autoridades municipales que históricamente han desatendido sus necesidades más básicas como caminos, iluminación, seguridad o cloacas.
Una vecina de nombre Andrea, planteó a PRIMERA EDICIÓN las necesidades más urgentes por las que están atravesando en este momento: “hace muchísimos años estamos suplicando algunas mejoras a las autoridades municipales, no sólo de las deterioradas calles, sino también de las aguas cloacales que corren por las veredas, la falta de alumbrado público en las calles principales como así también, los elevados pastizales o yuyos al costado de las calles que en temporada de calor son muy peligrosos por las víboras y otros animales que pudieran atacar a alguno de los niños.
Otro punto importante que me preocupa inmensamente son los casos de Dengue de este año, y el agua estancada en cada una de las cuadras me parece que es un perfecto caldo de cultivo para la propagación de diversas enfermedades porque son aguas cloacales”, expresó.
A partir de este reclamo, PRIMERA EDICÓN habló con el presidente del barrio, Alejandro Fioravanti, quien está al frente de la gestión hace tres años: “cuando yo asumí lo hice por el pedido de los jóvenes porque hacía dos años que no había comisión barrial y estaban muy abandonados los espacios recreativos como el playón y la plaza. Al asumir me encontré con la realidad de que el barrio estaba en un estado de abandono total, había todo por hacer, por lo que decidimos ir abordando distintos temas, como por ejemplo, el mantenimiento del playón”, contó.
Consultado sobre las necesidades actuales, el presidente expresó: “Lo que nos tiene mayormente preocupados tiene que ver con el saneamiento del barrio, con los olores que provoca el frigorífico que tenemos cerca, junto con los desechos cloacales, este es un barrio que tiene más de 20 años y no tiene cloacas, así que no hay mucho que explicar sobre el tema, hay que exigir a las autoridades que sean responsables y que tomen el compromiso de terminar la obra, y después, que los vecinos se conecten a la cloaca por medio de un plan para que todos lo puedan hacer”, dijo.
Las casas de este barrio tiene un problema principal que hace que los desechos terminan en la calle, y es que son terrenos pequeños con pozo ciego que no supera los dos metros de profundidad, por lo que todo fluye a la superficie con facilidad y los vecinos lo que hacen es canalizar a la calle como pueden, porque en muchos casos los líquidos de los pozos que rebosan se pasan a la casa de los vecinos y generan problemas realmente serios.
“Nosotros lo que esperamos es que nuestros reclamos se escuchen, la primera instancia de reclamo para nosotros es el municipio, en este sentido la Municipalidad nos dijo en el año 2017 que tenían dos digestores que podían servir para el sistema cloacal de nuestra zona, pero eso nunca sucedió, fuimos a pedir explicaciones y nunca nos dieron respuestas claras y serias, así que seguimos trabajando, por el camino del diálogo entendiendo la buena predisposición que tiene el municipio, pero esperamos poder tener en algún momento una respuesta concreta”, detalló.
En cuanto a la iluminación el presidente dijo que es escasa, y las calles están mejorando, pero falta, como algunas calles que necesitan empedrado. Anteriormente el barrio San Francisco solamente estaba compuesto por las viviendas que se encontraban en ese predio de una cuadra de ancho por 17 cuadras de largo, pero ahora, integran también el barrio una capilla, una escuela, el CIC, una comisaría y una penitenciería, y esas calles no tiene empedrado.
En cuanto a los malezales, siguen siendo un problema: “Los vecinos cada uno cuida su frente, pero las dos calles laterales no las cuida nadie y ahí tenemos un problema porque de un lado tenemos el potrero del frigorífico y ellos no limpian, del otro lado tenemos un monte donde proliferan todo tipo de alimañas y bichos y de eso nadie se hace cargo. Nosotros desde la comisión tenemos la posición de no limpiar esos lugares porque es tarea que le compete a la Municipalidad, porque si nosotros nos ponemos a hacer el trabajo y llega a pasar algo como un accidente, la comisión no tiene condiciones de hacerse responsable. Si pudiésemos tener un respaldo del municipio, podríamos hablar del tema, pero no es viable ahora, ni siquiera podríamos tener el combustible para hacer la tarea”, dijo.
En cuanto al Dengue, aseguró que este año hubo muchos enfermos: “Hubo demasiado Dengue, más de lo que se sabe y de lo que se dice, creo que por cada calle hubo un caso, eso es lo que pudimos ver. Vimos que las autoridades estuvieron trabajando fuerte, pero el Dengue ha avanzado y no se pudo parar”.
Finalmente, Fioravanti expresó su deseo y su impronta al frente de la comisión: “Acá todos nosotros tenemos hijos y queremos un futuro para ellos con un ambiente sano, confortable y familiar y que podamos vivir tranquilos, ese es el espíritu de esta comisión”, finalizó.
Nota y fotos: Sergio López para PRIMERA EDICIÓN
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