sábado, 18 de marzo de 2017

Jóvenes que escriben la historia

PUERTO RICO. Lograr que los jóvenes se interesen por cuestiones sociales no ha sido una tarea fácil en los últimos años. Ausencia de juventud que se ha notado tanto en las instituciones políticas como en asociaciones, comisiones y clubes que no han logrado empatizar con las nuevas generaciones.
Sin embargo, paradójicamente, parecería que cuando emergen algunas figuras juveniles interesados en los problemas sociales de sus pares y proponen ideas para combatir distintos flagelos, son atacados y estigmatizados por parte de sectores sociales e instituciones que en lugar de darles apoyo, intentan desanimarlos.
Este parece ser el caso de esta localidad, donde un grupo de adolescentes del grupo “El Joven Puede”, preocupados por la proliferación de las fiestas clandestinas sin control, donde circula libremente todo tipo de sustancias y a las que asisten chicos desde los 13 años, intentan lograr el apoyo de la sociedad para que en los boliches se permita el ingreso de menores de 16 y 17 años.
Los jóvenes de este grupo creen que con eso lograrían desalentar la presencia de adolescentes en las fiestas clandestinas, quienes asistirían a los boliches donde hay más control y seguridad.
Con esta idea, el pasado fin de semana se organizó una fiesta denominada “Bienvenida Promo 17”, destinada en los alumnos de quinto año de secundaria en el boliche local Mantra Lounge Club.
Para ello, el grupo juvenil obtuvo el apoyo de la Municipalidad y del Juez de Paz local Juan Carlos Benítez Cruz, quien en esa ocasión había expresado al diario PRIMERA EDICIÓN las razones por las que consideraba que la Ley le permitía a los jóvenes realizar el evento, además de su opinión personal en la que expresaba que “la sociedad tiene que acompañar a los jóvenes y no dejarlos solos en sus iniciativas”.
El Artículo 63 del Código de Faltas de la provincia, establece la prohibición al ingreso de menores de 18 años a locales bailables donde se venda bebidas alcohólicas, sin embargo, el inciso 4 de la misma Ley, dice que se exceptúa a los eventos sociales o recreativo que se realicen sin habitualidad en locales bailables, siempre y cuando el local posea las condiciones adecuadas para la permanencia de menores de edad y la habilitación correspondiente.
En esta excepción se basan tanto los jóvenes como el acompañamiento que recibieron por parte del Juez y del Municipio.
Sin embargo,  a pesar de que contaban con toda las autorizaciones, seguridad tanto policial como privada, además de las condiciones adecuadas en el local con cámaras de seguridad y un estricto control en la dos barras de expendio de bebidas instaladas, además de la presencia de padres de los jóvenes que acompañaron la organización, a las tres de la madrugada toda la cúpula de la Unidad Regional IV irrumpió en el lugar, hicieron apagar la música y encender las luces para luego proceder a recorrer el lugar en busca de menores alcoholizados, pidiendo identificación y tomando fotografías.
Según el informe policial en el lugar hallaron cuatro menores de 16 y 17 años consumiendo bebidas alcohólicas, circunstancia que habrían documentado fotográficamente, no con alcoholímetro; y con la presencia de testigos, que en realidad sería solamente uno, que es un inspector municipal de tránsito que habría llegado con la comitiva policial.
Momento del mega operativo policial
que acabó con la identificación
de 4 adolescentes sospechados
de consumir bebidas alcohólicas.
Luego, el jefe de la Unidad, Toribio Galván, habría avisado al Juez Benítez Cruz de la situación y que retiraría la custodia policial, custodia que había sido pagada por la organización, cuando el Juez le habría recordado que la actividad estaba dentro de la Ley y que él mismo estuvo recorriendo el lugar cerciorándose personalmente de que todo esté en orden.
Sin embargo, el personal policial fue retirado por orden del Jefe de la Policía y permanecieron en la vereda del local bailable. Luego la fiesta continuó hasta pasadas las cinco de la madrugada sin registrar ningún incidente.
Respecto a la sucedido, Alex Schuster, uno de los organizadores y coordinador de El Joven Puede, esto dijo a EL PERIODICO: “respecto a los resultados, estamos totalmente satisfechos con el comportamiento de los adolescentes, con eso nos referimos a que no hubo ningún tipo de incidente de violencia, como tampoco ningún joven alcoholizado. El local respondió al control estricto sobre el expendio de alcohol, otorgando únicamente a mayores de 18 años, como lo regula La ley Nacional 24.788 y el Art. 62 del Código de Faltas de la provincia”, dijo.
Alex Schuster
En cuanto a la experiencia con la policía, esto contó: “alrededor de las 3:20 hs, se acerca una inspección de 15 uniformados, entre ellos el Jefe de la Unidad Regional IV, el comisario mayor Toribio Galvan, quien procede a ingresar al local sin ningún tipo de explicación. Los jóvenes en ese momento expresaron su incomodidad, más aun cuando comenzaron a realizar fotografías a los menores. Procedieron a la elaboración de una Acta, como también la quita de custodia, alegando que se estaban transgrediendo normas, expresado que los menores tienen que estar separados de los adultos”, detalló.
Además, el joven recordó que desde el principio la policía les negó el acompañamiento y que por esa razón recurrieron a la Justicia: “nosotros nos aferramos al Código de Faltas,  (Ley 14-5), que en su 4to párrafo del artículo 63, exceptúa todas las prescripciones del mismo, a los eventos recreativos, sociales y culturales que se realizan sin habitualidad en los locales bailables. Nosotros recurrimos a la justicia solicitando la intervención del Juzgado de Paz cuando se nos había negado la custodia, el cual emitió un comunicado sobre que no había ningún impedimento para que se realice el evento y ordenando a que se nos brinde la custodia”, explicó.
Además, el joven contó que con estos eventos buscan combatir el flagelo de las fiestas clandestinas: “estas fiestas se realizan en propiedades privadas (casas, campos, galpones), donde no cumplen con la condiciones correspondientes, como tampoco estos eventos cuentan con seguridad. En estas fiestas se pueden encontrar a la mayoría de jóvenes consumiendo alcohol y otro tipo de sustancias desmedidamente sin ningún tipo de control. Nosotros no estamos buscando la legalización del consumo, si no la permanecía de un adolescente en un local adecuado, pues la contención es sumamente importante en esta etapa de la vida”, dijo.
 Y agregó: “somos jóvenes de 15 a 18 años, preocupados por estas problemáticas; sufrimos continuamente críticas de parte de muchos adultos que nos hacen responsables de lo que pasa, pero nosotros no nos hacemos cargo del fracaso de los adultos que fueron ineficaces en la realidad que construyeron. Pero somos conscientes y capaces de revertir esto, tanto para nosotros que somos futuros adultos, como para los nuevos jóvenes”, finalizó.
La proliferación de las fiestas clandestinas con cientos de menores expuestos a todo tipo de ilegalidad se ha vuelto incontrolable, y a pesar de que las autoridades no lo niegan, alegan que no pueden hacer nada. 

El pasado fin de semana se habían organizado tres fiestas, una viernes, otra el sábado y otra el domingo; las de viernes y domingo se realizaron con normalidad según lo organizado, sin ningún tipo de control en propiedades privadas, en cambio la del sábado fue suspendida porque la mayoría de los chicos asistieron a la fiesta organizada por El Joven Puede.


Por Sergio López
Para PRIMERA EDICIÓN y EL PERIÓDICO.

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