PUERTO RICO. Cuando el Cáncer visita tu hogar
todo cambia, es lo que la pasó a esta familia humilde del barrio Rural de esta
localidad. Pero hoy, ya recuperados, hacen una reflexión de la experiencia
vivida luego de que la Leucemia casi se llevara la vida de su hijo.
Hernán ya recuperado en su casa del barrio Rural |
En el mes de abril del 2014 Hernán Moreira (de
12 años - en ese entonces de tan sólo 9- ) comenzó a sentir puntadas en la
cabeza. Su madre lo llevó a la clínica, una semana después con los resultados
de los análisis lo derivaron a Posadas y dos días después ya estaban en Buenos
Aires en el Hospital Garrahan. Allí le diagnosticaron Leucemia Linfoblástica
Aguda Infantil de Alto Riesgo. Hernán necesitaría un trasplante de médula ósea.
Así empezó la odisea con quimioterapia y
pastillas mientras buscaban un donante, búsqueda que lo llevaría a estar
internado más de un año.
La obra social IPS le cubrió la internación,
el hotel y la medicación, pero el resto de los costos los cubrieron con la
ayuda de la comunidad. Venta de pollo del grupo de compañeros de trabajo del
padre, venta de fideos desde la escuela de Hernán, locro hecho por un grupo de
vecinos, además de las urnas que se dejaron en distintos locales comerciales
donde las personas podían dejar su colaboración, dinero que según contó la
familia, fue de mucha importancia y ayuda durante el tiempo que tuvieron que
mantenerse en Buenos Aires.
Así resume Hernán la experiencia: “Al
principio me costó mucho acostumbrarme, estar encerrado, no poder hacer muchas
cosas, pero después me fui adaptando con la ayuda de los médicos que te tratan
muy bien”, contó.
Además, cosa que los guerreros no suelen
hacer, Hernán reveló su secreto para vencer al enemigo: “no hay que rendirse,
yo pensaba en esto todo el tiempo y en lo triste que estaría mi familia y mis
seres queridos si yo me fuera, por eso no me rendí pesar de los pinchazos muchas cosas que no son
fácil. Yo por ejemplo miraba por la ventana y solamente quería ir a la plaza,
pero no podía, sabía que tenía que seguir luchando y no rendirme”, detalló.
Hernán juega al básquet en la Escuelita San
Martín de la localidad, no perdió ningún año de escuela y cursa séptimo grado
en el Instituto Adventista.
Sobre su experiencia y qué consejo le puede
dar a los niños esto dijo: “a mí me gustaría decirle a todos los niños que
cuando tienen problemas que no se rindan y que se esfuercen por salir adelante,
que no bajen los brazos, que se esfuercen cada día más”.
Carmelo, el papá, cree que todo finalmente
resulto en una historia con final feliz: “al principio fue muy doloroso e
impactante porque uno no sabe lo que es eso y no está preparado, pero después
nos fuimos informando y con la ayuda de los especialistas uno se va sintiendo
más acompañado; y finalmente que el hermano haya podido ser el donante y que
Hernán se haya recuperado para nosotros resultó en una experiencia muy buena
que nos enseñó mucho”, explicó.
Marisa, la madre, así lo vivió: “fue algo
sufrido, un camino que nos tocó vivir, estar al lado de tu hijo y alentarlo
cada día para que no baje los brazos, fue una experiencia que nos enseñó mucho.
Antes nosotros solíamos ahorrar para construir, para progresar, pero ahora eso
se terminó, ahora no pensamos en progresar solamente queremos viajar, pasear,
estar juntos porque entendimos que hoy estamos todos juntos, pero mañana no
sabemos. Estar con tu hijo internado así como estuvimos nosotros te cambia
totalmente, te enseña lo que realmente tiene valor en la vida que es la
familia. Nosotros vivíamos preocupados por muchas cosas, pero ahora si estamos
bien y tenemos salud, el resto es cuento”, reflexionó.
Sobre la donación de médula que necesitó su
hijo, esto explicó: “Algunas personas tienen miedo de ser donante, piensan que
es algo grave o difícil, pero no es así, todo lo contrario, y pueden salvar una
vida porque es muy difícil encontrar alguien compatible, hay personas que nunca
se hicieron un estudio porque tienen miedo, no saben que es como donar sangre
nomás. Nosotros tuvimos la bendición de que sea su hermano, pero eso también
fue como un milagro, algo increíble de esas cosas que casi no pasan”; dijo.
El donante fue Nico, su hermano, con una
compatibilidad del 99,9 %, cosa que también fue sorprendente porque lo común es
que hasta en familias numerosas los hermanos no sean compatibles, que suele
darse en hermanos gemelos, pero no es el caso.
Actualmente Hernán está totalmente recuperado
y sin tomar ningún tipo de medicación, aunque mantiene los controles rutinarios
dos veces al año.
Finalmente, la familia agradeció: “queremos
agradecer a todos los que estuvieron con nosotros, a los familiares, los
médicos, a los vecinos de la comunidad, a las personas que organizaron
actividades para recaudar plata para ayudarnos, a todos muchísimas gracias”.
Nota y Fotos: Sergio López
No hay comentarios:
Publicar un comentario