PUERTO RICO. Luego de los dos casos de abandono de niños que conmocionaron a la comunidad la semana pasada, la mirada se vuelve a poner en estas historias recurrentes en las que deben intervenir las policías de esta Unidad, haciendo muchas veces lo que pueden con los pocos recursos que cuentas, pero donde no falta la vocación de servicio y la voluntad de ayudar a los más vulnerables.
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Lorena Zalazar, Jefa Comisaría de la Mujer. |
El martes de la semana pasada, dos niños del barrio San José fueron abandonados por su madre desde el domingo, hasta el martes cuando la policía, alertada por el aviso que dieron los vecinos, llegaron a la precaria vivienda para constatar que los dos varones de 7 y 4 años estaban solos desde el domingo, cuando la mamá Salió a votar a la localidad de Corpus, y hasta ese momento no había regresado.
Las agentes de policía se los llevaron a los menores a la comisaría pues no cuentan con otro lugar donde darles contención hasta que la Justicia resuelva su situación. A las pocas horas se hizo presente la madre manifestando que había dejado a los niños a cargo de una vecina, cuando en realidad quien estaba cuidando a los niños era un vecinito, otro menor de 10 años.
Cuando llegó la madre, la Justicia restituyó los menores a la progenitora bajo una serie de condiciones, en tanto la Defensora Oficial le inició una demanda por abandono de persona.
En el otro caso, en tanto, una joven madre de Capioví, decidió ya no hacerse cargo de tres de sus hijos menores de edad (además tiene otros dos varones menores de 8 y 14 años), y los entregó a la Justicia. Los tres, dos niñas 12 y 10 años; y un niño de 5, estuvieron en la Comisaría de la Mujer desde el lunes de la semana pasada, hasta el miércoles, cuando se resolvió que serían recibidos en el Hogar Jesús Niño de esta localidad. Fueron trasladados el miércoles a la tarde y allí permanecen.
Tanto en estos casos como en otros similares, el personal policial femenino se ocupa de brindar, dentro de sus posibilidades, la mejor contención posible dentro de la institución, contando además con la ayuda de una psicóloga y una trabajadora social.
Si no cuentan con lo necesario, traen de sus casas, de su familia o de sus propios hijos, y si ni así pueden proveer para las necesidades básicas que exige la situación, piden ayuda a la comunidad que tanto en este, como en otros casos, siempre responde. En esta oportunidad, muchos vecinos acercaron ayuda para los niños abandonados, desde comida hasta ropa, y algunos los quisieron conocer y hablaron y jugaron; todos con la intención de cooperar con el difícil momento por el que estaban atravesando los menores.
Al respecto, la Jefa de la Comisaría de la Mujer, Oficial Principal Lorena Zalazar, agradeció a la comunidad el acompañamiento: “Quisiera agradecer a los vecinos que hayan respondido a nuestro pedido, porque el martes a la tarde teníamos 5 chicos en la comisaría y la comunidad nos ayudó, trajeron ropa, calzados y hasta comida, muchas gracias a todos los que se hicieron eco de esta necesidad”, manifestó.
Consultada por EL PERIÓDICO, la jefa de la Comisaría dio su opinión respecto a estos casos: “Para nosotras es muy difícil de entender porque también somos madres y tratamos de dar los mejor para nuestros hijos, y ver cómo estas personas no se interesan por sus hijos es muy difícil. Se entiende que estos son casos en los que tenemos que trabajar más, por eso desde la Comisaría de la Mujer estamos a disposición, no solamente las policías sino también el gabinete multidisciplinario, disponible para ayudar en las necesidades que existan en la comunidad”, manifestó.
A pesar de la buena voluntad de el cuerpo humano (son 15 policías mujeres), que intentan por todos los medios posibles generar la contención que estos momentos genera, se sobre entiende que una comisaría no es el lugar ideal para tratar este tipo de casos. Por ello, vuelve a surgir en la comunidad la exigencia de que se retome el proyecto de Casa Refugio, donde se pueda llevar tanto a los niños como a las mujeres cuando son víctimas de violencia familiar.
Aunque de todos modos, a pesar de lo inapropiado que puede parecer una comisaría, las camas, la comida caliente, los juegos, la televisión, y el cariño de las policías, hacen que estos niños cambien de ambiente, pues en sus casas solamente experimentan violencia, insultos y carencias de todo tipo, desde las más vitales como falta de luz y agua.
Respecto a la Casa Refugio, esto dijo Zalazar: “Es un proyecto del que en algún momento se habló y sería muy bueno que se haga pronto porque sería un lugar donde poder llevar a las personas que necesitan un refugio hasta que la Justicia actúe, pero no sé en qué quedó eso porque hace mucho que nadie dice nada al respecto por lo que, cuando hay casos de este tipo, no nos queda otra que dejarlos acá en la comisaría”, manifestó.
Además, también serviría como lugar al que derivar a las mujeres que sufren violencia familiar durante unos días hasta que la Justicia resuelva la exclusión del hogar, en el caso de un marido violento. Estas órdenes de desalojo el Juzgado suele sacar en unos pocos días, sin embargo, esos pocos días pueden ser eternos para una familia que no tiene a quién pedir ayuda.
Si bien los casos de niños abandonados no son muchos, de todos modos es un tema que preocupa, al igual que la cantidad de denuncias por niños maltratados, según explicó la oficial: “Denuncias anónimas por niños que son violentados o maltratados por los progenitores son cada vez más. En estos casos se trata de denuncias con Identidad Reservada, donde la persona que denuncia pide estar bajo esta figura, entonces el personal interviene siempre protegiendo la identidad del testigo, cuya identidad solamente conoce el Juez”, explicó.
En estos casos, también los menores son trasladados a la Comisaría donde, lejos de los padres que los violentan, son contenidos y se les toma testimonio con la ayuda de los profesionales destinados para esa tarea.
En la mayoría de los casos, se trata de familias de condición muy humilde con antecedentes en el abuso de bebidas alcohólicas. EL Juzgado de Familia determina los pasos a seguir, en algunos casos la familia modifica su accionar, en otros no y los niños pueden ser derivados a vivir con algún familiar.
Otro de los graves problemas que se repiten con cada vez más frecuencia, son las fugas de hogar de menores. En estos casos, principalmente adolescentes mujeres de entre 12 y 14 años, la mayoría de los casos tienen un común denominador: la falta de comunicación con los padres.
“Cada vez hay más casos de adolescentes muy chicas que se van de su casa. Generalmente están en la casa de una amiga o de algún conocido y se los ubica pronto, pero nos llama la atención que en la mayoría de los casos, el común denominador es que tienen poca comunicación con los padres. En estos casos quisiera pedirle a los padres que se tomen el tiempo todos los días para hablar con sus hijos e hijas, porque con ese sencillo acto se pueden evitar muchos problemas”, detalló la oficial.
En términos personales, la jefa de la comisaría dio una opinión de cómo impactan estas historias en ellas, como las personas que están detrás del uniforme: “A todas nos afecta mucho porque uno ve que son familias que cuentan con escasos recursos económicos y necesitan mucha ayuda, pero nosotras tampoco podemos ayudar mucho.
A veces si viene una mamá a manifestar que no tiene para dar de comer a sus hijos al medio día, juntamos un poco entre todas y le ayudamos a esa mamá, pero le solucionamos el problema de hoy y mañana volverá a estar en la misma situación. Nos afecta mucho, pero muchos de estos problemas escapan a nuestras posibilidades.
por otro lado nos ayuda a reflexionar, porque hay personas que tienen problemas graves de verdad y nosotros nos quejamos de nuestros problemas pero no se pueden comparar con los problemas de estas personas que viven con carencias y necesidades muy graves”, explicó.
Finalmente, Zalazar aconsejó a la comunidad no dudar en acercarse a la Comisaría si tienen alguna necesidad: “acá hay gente capacitada que puede ayudar sin la necesidad de que los casos se judicialicen, a veces con la ayuda de una psicóloga o con un poco de contención los problemas se resuelven y de manera totalmente gratis, todo lo que podemos solucionar desde la Comisaría sin llegar a la Justicia, tratamos de hacerlo, así que le pedimos a la comunidad que se acerquen si necesitan hablar o si necesitan algún consejo”, pidió.
Y agregó: “además, me gustaría pedir que dejen de asustar a los niños con la policía, porque eso a veces nos limita en nuestro deber de ayudar, ya que primero tenemos que convencer a los niños que nosotros nos somos los malos, sino que los queremos ayudar, y esto es algo constante, que los niños nos tienen miedo”, finalizó.