sábado, 10 de octubre de 2020

Misiones, Covid 19 y la perspectiva de futuro (Opinión)

El 2020 nos sorprendió a todos con exigencias que no esperábamos. Pero no fue del tipo de exigencias que te dicen: “te ponés las pilas en esto o te va a ir mal”. No, esta exigencia fue: “te ponés las pilas o tu negocio se muere”. 


Los que estaban acostumbrados a pensar e innovar no demoraron en realizar los cambios necesarios y en pocos días ya se habían reinventado. O cambiaron algunas cosas en su modelo de negocio para poder seguir vigentes a pesar de la cuarentena, o iniciaron uno diferente acorde a las nuevas necesidades sociales. Pero lo que no hicieron fue quedarse sentados esperando soluciones mágicas, y mucho menos, quedarse sentados a quejarse. 

Ocurre que pensar, capacitarse, innovar, comunicar; son un entrenamiento que debe practicarse todos los días, caso contrario, la capacidad se atrofia y cuando la emergencia te sorprende, no tenés herramientas para responder apropiadamente. 

En tanto los que se ocupan de estos temas a diario, es menos probable que algún cambio, por más profundo que sea, los deje sin capacidad de respuesta. 


La realidad de Misiones en el mundo 


No es muy distinta la realidad de las empresas y comercios de Misiones a la del resto de las regiones del  mundo. La única diferencia es la actitud que tiene cada líder de empresa ante lo que está pasando. Y si su cultura empresarial estuvo, o está, a la altura de los desafíos.

Cada región o comunidad tiene su particularidad, su forma de ser. Pero el COVID-19 no discriminó cultura ni Nación, a todos nos confinó al aislamiento y a desarrollar nuestros negocios de una forma diferente. 

Las empresas que tienen la cultura de estudiar cada días los cambios sociales y de mercado; que se ocupan todos los días de pensar nuevas ideas y estrategias; estas empresas siempre tienen un Plan A, Plan B, Plan C… “por las dudas”. Porque la realidad nos indica que, por más preparado que uno esté, la verdad es que el futuro siempre fue y será incierto. 

Sin embargo uno puede prepararse y preparar a su equipo para ese futuro, porque de lo que podemos estar siempre más que seguros, es que los cambios no van a parar de suceder. Ahora es el Covid-19; pero el año que viene la sorpresa puede ser otra y apenas creamos que nos recuperamos de esta piña, puede venir otra que nos vuelva a tirar a la lona. 


Capacitación y estrategia


Dos pilares que te pueden dar una buena base para combatir las tormentas. 

La capacitación debe estar al nivel de la empresa y de lo que pasa en el mundo. No se trata de hacer cualquier capacitación para tener un certificado o diploma, sino de que esa capacitación te aporte a vos y a tu equipo las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de la organización, los del presente y los del futuro, que por supuesto que pueden ser inciertos, sin embargo, la empresa capacitada siempre va a tener más oportunidades que la que no se capacita. 

La estrategia es un concepto muy popular pero poco usado. No es lo mismo un plan estratégico que tener un pensamiento estratégico. La propuesta que les traigo es incentivar a la toda la organización, desde el primer empleado al último, a tener un pensamiento propenso a la estrategia. Pensar no es una tarea solamente de los líderes. 

El pensamiento estratégico tiene miles de variables y las personas entrenadas siempre tienen muchas ideas y opciones al plan original, sin cambiar los resultados, incluso los pueden mejorar. Porque siempre hay varios caminos para llegar al mismo fin, la diferencia está en la estrategia. 

Por favor, pido a todas las empresas que destinen un tiempo diario a desarrollar el pensamiento estratégico en su organización, esto puede ser la clave de la salvación ante lo impredecible.

 

Comunicación, el tercer pilar


Agrego un pilar más a la base: la comunicación. Una de las herramientas más poderosas y una de las más descuidadas por muchas empresas y organizaciones. 

La herramienta que puede ayudarte a vender más, a llegar más lejos, a conseguir ese recurso humano especializado y cada una de las metas; es paradójicamente, la que menos atención recibe. 

La comunicación de la empresa debe brillar por todos lados, debe funcionar como un relojito, tanto la comunicación interna como todo lo que salga hacia afuera. 

Nadie que sienta cariño por su empresa haría una publicidad “así nomás”, en cualquier medio “más baratito”; o tendría sus redes sociales de manera improvisada porque “algo hay que tener”. 

La comunicación cuando está hecha por profesionales y forma estratégica, mejora todos los resultados de la empresa, pero cuando está mal hecha, no se puede medir y lo más probable es que lo complique todo. 

Comunicar por comunicar, si se comunica mal,  es mucho mejor por el bien de la empresa no comunicar nada. La empresa gana si no comunica nada, antes de hacerlo mal. Porque el poder de la comunicación es extraordinario e inimaginable en su alcance.

Todas estas son propuestas viables para cualquier persona, para un profesional o emprendedor, como para una empresa grande. El futuro seguirá cambiando, no existe más una zona cómoda ni un negocio que dure para siempre. La solución es capacitarnos, ser estratégicos y equiparnos fuerte en comunicación. 

Te deseo éxito en estos desafíos. Gracias por tu atención. 


Sergio López

Agencia de Comunicación y Capacitación PENSAR

agenciapensar1@gmail.com 


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